miércoles, 28 de septiembre de 2011

NORMALIZACIÓN DEL QUECHUA SUREÑO


El qichwa Chanka y el quichwa del Cusco-Collavino

Por Víctor Vera Moyoli
El qichwa Chanka y el Cusco-Collavino son uno solo. Las diferencias son como las que existen entre el castellano del Perú y de la Argentina. El problema es que algunos de los que enseñan Cusco-Collavino no tienen en cuenta que su variante es una de las más influidas por otra lengua (por el aymara, tanto en su léxico como en su fonética) y de que es la variedad quechua menos antigua de todas. A pesar de eso, quieren imponer ese quechua para todo el mundo panandino o eventualmente, para todo el Perú. La realidad del centro del Perú es claramente diferente a la del sur. Igualmente la realidad norteña y selvática del Perú donde se hablan otras variantes RUNASIMI o QICHWA son muy diferentes a las del sur. Sus quichuas o quechuas no son inferiores para nada a la variedad cusqueña y la recopilación de cuentos regionales en esas variantes por etnolinguistas peruanos y extranjeros así lo demuestran. Es más, uno de los mejores poetas quechuas o quichuas del Perú actual es Eduardo Ninamango, que es un poeta de lengua materna quichua wanka. Nadie se opone a que el apurimeño oriental y el cusco-collavinos hablen con su fonética y léxico particulares. Pero deben de ser consientes de que para formar un quechua panperuano deben conciliar con los chankas primero; luego los dos juntos con los representantes del quechua más antiguo o ancestral que existe: las variantes del quechua central y finalmente con los usuarios de las variantes del quechua norteño. Tanto en el Perú como en la Argentina escribimos la palabra: POLLO. Pero la mayoría de peruanos lo pronuncia: “poyo”. La mayoría de argentinos lo pronuncia: “posho”. Pero no escribimos castellano como lo pronunciamos en nuestro idioma regional, sino como exige LA ESCRITURA NORMALIZADA DEL CASTELLANO basado en el castellano originario que es el de la Meseta de Castilla La Vieja.
 
Igualmente, NO deberíamos escribir: kashian, kashhan, kasian, etc. Sino: KACHKAN. Esta forma es la forma originaria de la palabra. Igualmente los sonidos glotalizados y aspirados NO son del quechua original o protoquechua. Si las formas originarias fueras Cusqueñas, deberían escribirse así. Pero las formas originarias no son cusqueñas y eso no es culpa de nadie. Es un hecho histórico. Se debe pues seguir criterios técnicos y científicos y no tradicionales y regionalistas.  Si vamos a hacer primar criterios románticos y regionales, nos alejamos de la ciencia y del respeto a los demás hermanos qichwa o quechua hablantes. Los Chankas no pronuncian paqarin, qispi, etc. sino paharin y hispi. Pero igual, ellos tendrán que escribir: PAQARIN y QISPI. No se puede imponer el quechua central, o el cusqueño, o el Chanka-Ayacucho, o el ecuatoriano. Deben primar criterios científicos y de CONSENSO. Los aproximadamente 3 millones de hablantes de quechua apurimeño oriental y cusco-collavino-boliviano no pueden imponer su quechua a aprox. 1.6 mill. de hablantes de quechuahablantes de la variedad ayacuchano-Chanka, a 1.4 mill. de hablantes de diversos quechuas centrales y aprox. a 60 mil hablantes de quechua norteño-selvático. Y menos imponer nada a los 2.3 mill. de usuarios del quichua ecuatoriano o a los 130 mil usuarios del quichua santiagueño de La Argentina. Los que enseñan Quechua Cusco-Collao-Boliviano-Apurimeño Oriental, o concilian y muestran que quieren una unión lingüística democrática con el resto del mundo quichua andino peruano y eventualmente con los hermanos del Ecuador y Santiago del Estero, Argentina. O si no significaría que desconocen el valor de los demás quechuas peruanos a pesar de que son más antiguos y menos influenciados por otra lengua (aymara) de lo que es el quechua cusco-apurimeño oriental-collavino-boliviano, y que además no les interesaría CONSENSUAR sino IMPONER verticalmente sus criterios y convertirse en una NUEVA LIMA centralista en criterios educativos y culturales. (que el quechua cusqueño es el menos antiguo de todos y menos fiel a la Lengua General del Inca, consta en trabajos de: Alfredo Torero, Cerrón Palomino, Gerald Taylor, Wilhelm Adelaar, etc. Esta es la postura de la comunidad de lingüistas quechuas internacional que incluso connotados linguistas cusqueños quechuahablantes como Ricardo Godenzzi y César Itier, avalan).
Por lo pronto, estimo que no sería tal vez tan urgente debatir sobre el tema de la normalización aún. Pero mi intención en el presente artículo es el de llamar la atención de los compañeros(as) y hermanos y hermanas, de que la hora de CONVERSAR, DEBATIR, CONCILIAR Y CONSENSUAR sobre este MUY IMPORTANTE TEMA: LA NORMALIZACIÓN DEL QUECHUA O QICHWA SUREÑO se acerca cada vez más y de que debemos estar preparados para ello y a la altura de las circunstancias.

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